¡HACIA OTRO MAYO!
Francia votó NO a la Constitución Europea, más tarde Holanda. Sin embargo, como los referendum son consultivos los dirigentes europeos nos lavaron la cara. ¡Pero continuaron legislando una política neoliberal! Y todavía tenían una as en la manga: la directiva Bolkenstein. Una directiva que significa un ataque frontal al movimiento obrero, Un ataque a la línea de flotación del sindicalismo de clase. Lo que se construye es la Europa de los mercaderes y del capitalismo salvaje. Pero para esto es necesario volver al mercado laboral del siglo XIX, a aquél mercado que Marx describía en los tomos de El Capital. O el que producía la miseria que C. Dikens describía en sus obras.
La directiva Bolkenstein suponía la privatización de los servicios públicos y la dualización de las leyes sindicales. Una directiva que como bien dicen los compañeros de ATTAC "elimina gradulamente las restricciones nacionales y socava sistemáticamente las leyes nacionales por medio del llamado principio del "país de origen". Una directiva que supone el desmantelamiento de la democracia y de los logros sociales conquistados durante dos siglos.
El Parlamento Europeo ha lavado la cara a dicha directiva, quitando el "principio de origen". Sin embargo hasta dónde llega la ironía por no decir otra cosa. La Directiva no se aplica a los "Servicios de Interés General". Pero cuidado, porque dicha directiva continuará aplicando a los "Servicios Económicos de Interés General". Así el artículo 2 y varios considerando enumeran una larga lista de servicios que quedan dentro del ámbito de la directiva, como son los de educación, cultura, transporte, la energía, los servicios postales. Pero incluso se continúa el ataque a la democracia ya que el control desaparece, pues las decisiones sobre cuestiones de políticas sociales y laboral se tranfiere a los "tribunales".
La burocracia de Estraburgo va por un lado y las masas por otro muy distinto. Dos tipos de construcción de Europa se enfrenta. Ahora bien, el mantenimiento de las conquistas sociales ya no es posible dentro del sistema capitalista. Un sistema que crea barbarie y miseria. Un sistema que para subsistir necesita la división de la clase obrera. La entrada de los países del Este permite llevar a cabo esto, ya que además de que el capitalismo consigue una deslocalización exterior al trasladar las empresas allá donde no hay sindicalismo ni leyes sociales y donde los costes sociales son más baratos; al mismo tiempo realiza una deslocalización interior con la inmigración y con el movimiento de trabajadores hacia el núcleo duro de la Unión. Lo que permite introducir la competitividad entre los trabajadores al crear de nuevo un subproletariado en las grandes urbes.
Sin embargo después del NO se produce un cambio con el resurgir de la izquierda, como ha sido el gran resultado obtenido en las elecciones alemanas por parte de la Alianza de Izquierdas. Con las grandes luchas en Grecia, Bélgica o en la misma Portugal.
El auge de la lucha de clases
De nuevo Francia. De la noche a la mañana aparece el movimiento en la banlieu parisina, que como una lava se extiende por toda Francia. La prensa nos quiso hacer ver que eran gamberros, delincuentes. Pero pueden ser delicuentes aquellos que salieron cantando rap y reivincando su derechos como citoyens. Sarkozy como cualquier Bonaparte inmediatamente los criminalizó. Pero con poco rascar sale a la superficie toda la contradicción de una integración que no fue nunca tal.
Ya desde la primera generación de inmigrantes hasta hoy se ve cuál es el problema que resurgió: un problema de clase. Lo que ocurrió no fue ni más ni menos que "una rebelión de jóvenes de las clases bajas urbanas precarizadas". Unos jóvenes que están aprendiendo a partir de la precarización de sus vidas que le les llevan a la exclusión social.
Pero no fue una rebelión anarquizante como nos quieren hacer ver. El movimiento de este subproletariado tiene sus propias organizaciones, herederas de aquellas que organizaron sus antepasados en la década de los sesenta. La diferencia es que ahora son "ciudadanos franceses" que no son reconocidos, que están en la última nivel de la escala social. Estos dispersos movimentos de las banlieu son la expresión autoorganizada de las poblaciones, de los barrios populares. Son franceses y extrajeros pobres mezclados. Organizaciones que desde la década de los 80 se enfrentan a los fenómenos fascistoides como el Frente Nacional. Organizaciones como Collectif Jeunes de Paris o de Jeunes árabes de Lyon et banlieues (JALB). Organizaciones que en la década de los 9' formaron comités de barrios sobre la base de reivindicaciones sociales y políticas. Así en París se constituyó un colectivo urbano llamado Resistence des Banlieues, con el objetivo de ayuudar en la relación con la policía, la administración de las viviendas sociales. Pero será en 1995 - coincidiendo con las movilizaciones sociales de los "Sin Techo" y otros movimientos cuando se constituye el Mouvement de l'inmigration et des banlieues (MIB). Sin embargo, para Zarkozy reivindicar derechos es convertirse en un delincuente.....
La burguesía francesa intenta retroceder para continuar realizando su política. Villepin, "el policía bueno", propugna laintegración (bendito). Sin embargo, la realidad es bien distinta. Tanto Villepin como Sarkozy se encuentra inmersos en una carrera de obstáculos para ver quien es el candidato de la derecha a las presidenciales. Así que Villepin se saca el conejo de la chistera y ofrece un Contrato de Primer Empleo (CPE) que en realidad podríamos definirlo como un "contrato basura". Mediante dicho contrato se pretende insertar a la juventud en el mercado de trabajo y encima se nos dice que sirve para paliar la miseria en los banlieues. La realidad de este capitalismo salvaje reside en introducir la división dentro del movimiento obrero.
Estos estudiantes que rechazan el CPE no son como los del mayo 68. Son obreros ya precarizados, que trabajan para poder estudiar la carrera universitaria en los peores empleos: restaurante de comida rápida, empresas de limpiezas, en locutorios con condicones sociales exautas. Ya conocen la explotación. ¿Y con qué se van a encontrar? Con la precarización de por vida. El CPE supone dar una libertad ilimitada al empresario en la contratación y en el despido. Además el objetivo último es arrebatar al movimiento obrero una conquista fundamental. el derecho a la educación. Ya que detrá de este Contrato se pretende el volver al aprendiz y rebajar la edad de trabajar a los 14 años, Es lo que se afirmó Sarkozy cuando la rebelión de los Banlieues. Es un regalo a la MEDEF (patronal francesa) ya que les va a permitir despedir en cualquier momento y sin razón alguna dentro de un período de pruebas de dos años.
Los estudiantes, como en Mayo del 68 se han vuelto a movilizar y como entonces miran a los sindicatos y a los partidos de izquierda, pero a diferencia de aquellos estudiantes ya saben lo que es la explotación. Por esto mismo se están uniendo con sus propios sindicatos
Pero este movimiento es la otra cara de la rebelión ocurrida este año en los suburbios de las grandes ciudades (Paris, Lyon..) francesas. Pero en el fondo está todo el movimiento y las luchas sociales que desde ahce años se vienen produciendo en Francia.
Es la respuesta al capitalismo como sistema, a la construcción de una Europa capitalista y militarista, que nada quiere saber de la cuestión social a no ser para convertirla en la "condición obrera" en el sentido que describía Marx en El Capital. Una Europa capitalista que no solucionará ninguno de nuestros problemas y que se basa en la división, en la explotación y la miseria. Por eso decimos que no es la Euopa socialista, la Europa de los trabajadores.
Javier Méndez-Vigo

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